Si señores ya se acabaron los
tiempos para la “contabilidad del manguito” y se abre paso a una nueva
profesión difícil, complicada y con un alto nivel de responsabilidad. Ya vamos
siendo conscientes, en cierta medida, tampoco excesivamente, de la necesidad de
contar en nuestras empresas con profesionales de la contabilidad que sepan
interpretar realmente los hechos económicos y les den un reflejo contable
adecuado y de acuerdo a la normativa en vigor.
Es tal el nivel de
profesionalización que se exige, que el mercado ya ha movido ficha y se ha
creado el Registro de Expertos Contables (REC) a nivel nacional y, por
supuesto, algunas Autonomías, a nivel autonómico. Este registro reunirá y representara a los
profesionales contables altamente cualificados que hayan superado los
requisitos establecidos.
¿Y como afecta todo esto a las
pequeñas empresas españolas? Como ya conocen, disponemos de una reglamentación
contable para pequeñas empresas, menos complicada que la legislación general,
pero que todavía pide grandes esfuerzos de simplificación. No obstante, he de
decir, que la sencillez en la operativa contable depende del tipo de actividad que
desarrollemos, no es lo mismo el tratamiento contable que requiere una empresa
comercial que el de una empresa
industrial.
Los empresarios deben evaluar sus
recursos contables y de control de gestión actuales y ajustarlos a las
necesidades de sus empresas, lo mismo que ajustan sus recursos comerciales,
productivos, etc. Piensen que los responsables de establecer las políticas
contables de las sociedades son los administradores –normalmente los
empresarios-, no las gestorías o empleados que nos llevan las cuentas y como
tales, nos pueden pedir responsabilidades.
Para más información sobre el
REC http://rec.economistas.es/noticias/2478/
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